En el período targesio antiguo, existía ya un núcleo protourbano que ocupaba una superficie de unas 50 a 54 hectáreas. Esta función se potenció durante el periodo orientalizarse, produciéndose la urbanización de la población y cierta expansión económica basada en la metalurgia del cobre y la plata, al confluir las minas de Sierra Morena, las tierras de la campiña y el río Betis. A la explotación de los metales se añadió la actividad agrícola, que se convirtió, tal vez, en el pilar básico de la economía a finales del período orientalizante, tras una crisis en la minería. Esto traería consigo la colonización de zonas adyacentes.
En esa época, con el ascenso por el río Betis de los cartagenienses, el asentamiento recibió nuevas influencias externas. De hecho de este periodo arranca la primera hipótesis sobre la fundación de la ciudad; Karduba (contracción de Kart-Juba, "La ciudad de Juba") sería el asentamiento así bautizado por el general cartaginés Amílcar Barca en honor de un general núm Oda llamado Juba, que combatió y murió en una batalla en la región alrededor del año 230 a. C
En esa época, con el ascenso por el río Betis de los cartagenienses, el asentamiento recibió nuevas influencias externas. De hecho de este periodo arranca la primera hipótesis sobre la fundación de la ciudad; Karduba (contracción de Kart-Juba, "La ciudad de Juba") sería el asentamiento así bautizado por el general cartaginés Amílcar Barca en honor de un general núm Oda llamado Juba, que combatió y murió en una batalla en la región alrededor del año 230 a. C