HISTORIA DE TERROR:La leyenda del Ángel.
Esta primera leyenda sobre ella tiene que ver con su construcción y su impulsor, Abderramán I.
Abderramán vivía en su palacio de al-Ruzafa como único superviviente de su estirpe en Damasco. Había alcanzado su punto álgido y se sentía como el rey más poderoso del mundo, pero por las noches sufría en sus sueños. Una noche, un ángel se apareció en uno de ellos, le reprochó que no le devolviera a Alá todo lo que el le había dado.
Al despertar Abderramán tenía en su mente una idea firme, construir uno de los templos musulmanes más grandiosos del mundo para devolver a su dios todos los favores que este le había dado.
-La leyenda de La columna del infierno:
En el interior de la Mezquita las columnas se hacen incontables a simple vista, pero hay una que destaca sobre toda las demás. Antiguamente, cuando se rascaba esta columna con un trozo metálico o una moneda está desprendía un fuerte olor a azufre. Por ello, muchos cordobeses y cordobesas pensaban que la columna se había hecho en el mismísimo infierno. Una vez extendida la leyenda, eran muchas las personas que se acercaban a rascar la columna, lo que conllevaba un deterioro muy grande. Es por eso por lo que hoy se encuentra acristalada para que nadie pueda tocarla.
La explicación científica a este hecho es que al rozar un objeto metálico con el ácido sulfúrico que contiene la columna se da ese inconfundible aroma a azufre, pero es mucho más divertido pensar que satán fue su creador.
Esta primera leyenda sobre ella tiene que ver con su construcción y su impulsor, Abderramán I.
Abderramán vivía en su palacio de al-Ruzafa como único superviviente de su estirpe en Damasco. Había alcanzado su punto álgido y se sentía como el rey más poderoso del mundo, pero por las noches sufría en sus sueños. Una noche, un ángel se apareció en uno de ellos, le reprochó que no le devolviera a Alá todo lo que el le había dado.
Al despertar Abderramán tenía en su mente una idea firme, construir uno de los templos musulmanes más grandiosos del mundo para devolver a su dios todos los favores que este le había dado.
-La leyenda de La columna del infierno:
En el interior de la Mezquita las columnas se hacen incontables a simple vista, pero hay una que destaca sobre toda las demás. Antiguamente, cuando se rascaba esta columna con un trozo metálico o una moneda está desprendía un fuerte olor a azufre. Por ello, muchos cordobeses y cordobesas pensaban que la columna se había hecho en el mismísimo infierno. Una vez extendida la leyenda, eran muchas las personas que se acercaban a rascar la columna, lo que conllevaba un deterioro muy grande. Es por eso por lo que hoy se encuentra acristalada para que nadie pueda tocarla.
La explicación científica a este hecho es que al rozar un objeto metálico con el ácido sulfúrico que contiene la columna se da ese inconfundible aroma a azufre, pero es mucho más divertido pensar que satán fue su creador.